EL DÍA, S/C de Tenerife
Uno de los fenómenos más espectaculares de comienzos del siglo XXI es la introducción generalizada de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) en todos los ámbitos que representan un servicio en nuestras vidas.
Su progresiva implantación en las aplicaciones educativas es hoy una realidad. En el conjunto de ese proceso, un aspecto específico de las aplicaciones tecnológicas es la teleformación que representa, en estos momentos, un campo de desarrollo que ha generado grandes expectativas. La teleformación se ha convertido en Canarias, por la particularidad de su orografía, en un instrumento necesario para dar formación al profesorado.
Así, y aunque las clases presenciales siguen copando el mayor porcentaje de seguimiento, el sistema informático se ha ido expandiendo en los últimos años, hasta representar el 22% de las plazas que se ofertan para implementar los conocimientos de los docentes isleños.
Las especiales características de los cursos a través de la red los convierten en una realidad necesaria si se desea acceder a una oferta formativa variada desde cualquier punto del Archipiélago. Las posibilidades de formación del profesorado de las islas no capitalinas, que se encuentran más alejados de los principales núcleos urbanos, se amplía en gran medida con esta modalidad, sustentada en las nuevas tecnologías.
Apuesta regional
Desde la Dirección General de Ordenación e Innovación Educativa de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes se ha apostado por potenciar esta modalidad de formación a distancia, en la que se combina los contenidos de las diversas áreas de formación con el uso de las tecnologías de la información y la comunicación.
La creciente demanda de los cursos de teleformación se debe a sus especiales circunstancias y a los beneficios que ofrece a sus usuarios. Entre estas ventajas, los docentes pueden acceder a una formación desde la comodidad del hogar, sin rigidez de horarios y sin perder la capacidad de compartir con otros compañeros los comentarios, las discusiones y el intercambio de material sobre los contenidos.
El funcionamiento de los foros y los chat en los cursos son una tónica cada vez es más habitual. El ordenador se ha convertido en el instrumento esencial para la comunicación y el debate entre el profesorado. Sin embargo, hay que dejar claro que la teleformación no sustituye a la formación presencial, sino que la complemente y la mejora, pues, con las novedades a las que accede, enriquece el profesorado y mejora su capacidad docente.
http://www.eldia.es/2007-06-03/vivir/vivir23.htm
